viernes, 1 de julio de 2011

Por una tecnología al servicio de las personas

Artículo publicado en CatalunyaReligió.cat. Lun, 30/05/2011

Necesitaría algo más de justificación lo que voy a escribir pero la Ilustración, y en general la Modernidad, que surge de los ideales liberales del siglo XIX, pusieron énfasis en la importancia de la tecnología para el progreso de la humanidad. Un progreso que a menudo era visto como ilimitado y emancipador. Así la ciencia y la tecnología se justificarían por sí mismas como portadoras de este progreso y fundarían una especie de nueva cosmovisión que algunos han denominado "cientificismo". Fue la nueva bienvenida al pragmatismo y a las visiones materialistas. De una forma supuestamente neutral aquellas visiones deberían ir sustituyendo la sabiduría de las tradiciones religiosas y espirituales. Aunque muchos hoy creen haber superado este marco mental, no es tan claro que sea así, ya que la fuerza de aquellas ideas sigue persistiendo con fuerza en la mente del hombre contemporáneo. Ante esto nos podemos preguntar: ¿Es la tecnología por sí misma deshumanizadora o bien puede tener sentido humano? Puede tener alma la tecnología?

Asistí hace unos días "Exporecerca jove" que se realizó en La Salle-Universidad Ramon Llull. En esta muestra algunos jóvenes muy activos de la ESO y el bachillerato presentaban durante unos días en unos stands sus trabajos de investigación. La mayor parte de los trabajos eran ideas innovadoras de tipo tecnológico para solucionar algún problema medioambiental, urbanístico, de salud, ecológico, etc. Fue interesante comprobar el talento que tiene alguna gente joven para encontrar soluciones innovadoras a los problemas. De paso quiero decir que no creo demasiado en esto que a veces se dice de que los jóvenes de hoy están menos preparados. Es una formación, quizá diferente, pero en algunos casos puede que incluso sea bastante mejor que la que tuvimos nosotros (no vale juzgar desde donde estamos ahora).

En la inauguración de aquella Exporecerca, el Director General de la Salle Miguel Angel Barrabeig daba algunas claves para la formación de los ingenieros en su institución que me parecen relevantes: La primera idea es que los jóvenes deben aprender Ingeniería o Arquitectura actuando, haciendo, resolviendo problemas ... Por eso es importante estimular la creatividad y talento de los jóvenes y ofrecerles entornos donde puedan desarrollarlos. La Salle es una institución que desde hace años-explicaba el director-apostó por crear estos espacios para aprender haciendo, con instalaciones, laboratorios, recursos adecuados, ... junto a profesores que ayudan y estimulan el aprendizaje y la actitud creativa.
La tecnología tiene una apariencia a veces deshumanizadora.
Pero eso no es todo, debe haber-decía Barrabeig-propósito, es decir saber para qué es importante lo que hacemos. Y aquí entra el ser de la persona: Lo que se haga debe ser relevante para hacer más cómoda, más fácil, o más realizada la vida de las personas. Es decir que el ser de la persona puede estar también en el centro del trabajo de un ingeniero o arquitecto. En el centro de la tecnología puede haber también la consideración y la promoción del ser de la persona. Así pues puede haber una tecnología con alma!

Si lo pensamos bien debemos reconocer que también para que se dé nuestro progreso como personas debemos actuar con propósito. No nos podemos quedar esperando que todo se nos resuelva sin hacer nada. Actuar con propósito significa tener también esa actitud de querer mejorar a través de la acción. Querrá decir seguramente también-claro-que cometeremos algunos errores, pero en levantarse y continuar hay una parte importante del aprendizaje de la vida, ¿no?. De esta actitud saben los ingenieros con alma y les podrá ser útil en su proceso como personas.

Lo tienen muy claro en La Salle desde hace años y, de manera muy natural, lo tenían también claro estas nuevas generaciones de estudiantes que participaron en la Exporecerca jove.

No hay comentarios:

Publicar un comentario