lunes, 25 de junio de 2012

En què se diferencia una universidad de inspiración cristiana


Ha salido el segundo número del suplemento de 'Vida Nueva Cataluña', que está dedicado en buena parte a la formación de los cristianos, como "una necesidad a cubrir, sobre todo en los tiempos actuales, para que puedan dar cuenta de una fe razonada, sólida y profunda". Tuve la oportunidad de dialogar sobre este tema en una entrevista en este suplemento con el jesuita Llorenç Puig, director del centro Cristianisme i Justicia y con la religiosa de la Compañía de María, María Claustre Solé, profesora en la Facultad de Teología de Cataluña y el ISCREB. Aprovecho la ocasión para desear suerte y también un buen futuro a esta iniciativa comunicativa. Quisiera también animar a los lectores a que lean la entrevista completa con las tres visiones complementarias. Aquel diálogo me sugirió algunas reflexiones respecto de la universidad de inspiración cristiana. Ante el modelo predominante de universidad pública en España existe la alternativa universitaria, de servicio público desde la iniciativa social, que representa la universidad de inspiración cristiana. ¿Qué características cualitativas diferenciales tiene esta propuesta universitaria?

Antes de explicar algunos de sus rasgos debemos decir que, para tener calidad, lo primero que seguro que tiene que ser una universidad de inspiración cristiana es ser una buena universidad. Esto quiere decir que su calidad ha de poder ser medida y comparada con los parámetros internacionales de calidad en educación superior con cualquier otra institución de calidad. Sería largo aquí ahora extenderme en las dimensiones de esta calidad más genérica. Pongamos una como ejemplo: la calidad de la investigación. Una universidad que no contribuyera al esfuerzo de la investigación, que sus profesores no fueran reconocidos por su calidad académica, no sería nunca considerada una buena universidad, y no pasaría de ser una "academia" pero con el sentido peyorativo del término, como le gustaba decir al anterior rector de la Universidad Ramon Llull Dr. Miquel Gassiot. Por otra parte la rectora de la universidad Ramon Llull, Dra. Ester Giménez-Salinas, en un acto reciente en ESADE, organizado por la Cátedra de Liderazgos, y debatiendo el tema de la gobernabilidad en el ámbito universitario y las diferencias sector público-sector privado, expuso, entre otras cosas interesantes, como una buena universidad debe cumplir además otra condición: "no puede ser una institución con ánimo de lucro". También al mismo tiempo pedía que no se podía discriminar, desde el estado, una buena universidad por ser privada en la financiación pública de la investigación, que es un esfuerzo colectivo de toda la comunidad científica y académica.

Vamos ahora a la pregunta inicial: ¿Qué rasgos específicos de calidad ofrece una universidad de inspiración cristiana, además de la calidad más genérica citada? No pretendemos responder desde los documentos del Magisterio, la teoría o los idearios, sino desde lo que se concreta finalmente en prácticas institucionales. Veamos algunas de las dimensiones, presentes en mayor o menor medida, también dependiendo de los estudios que se trate:

Una primera dimensión es que debe formar buenos profesionales. Y eso en una sociedad dinámica y cada vez más exigente es un reto permanente. Los profesionales universitarios no pueden ser hoy unos meros técnicos o aplicadores de conocimientos sino que, en la sociedad del conocimiento en la que estamos, deben ser también creadores de conocimiento. Una dimensión muy importante de la investigación universitaria es, por tanto, que permita formar buenos investigadores dentro de sus ámbitos profesionales. Así pues los estudiantes en su proceso de formación deben pasar a tener un rol activo, en lugar de un rol pasivo con el conocimiento. Por eso la universidad debe estar permanentemente abierta a la racionalidad y a la argumentación y fomentar procesos creativos y de cambio. Lo que valía ayer quizás no sirva para mañana. Es la actitud de estar confiadamente en el presente con una mirada atenta hacia el futuro, algo que es natural al hacer de una institución de inspiración cristiana.

Otra dimensión es la formación integral. Esta puede estar reforzada por la presencia o el estudio de las Humanidades, la Antropología, las diferentes Ciencias Religiosas, ... No basta con estudiar las materias de la propia especialidad, hay que tener una parte del currículum para cubrir la necesidad de formación de todas las dimensiones de la persona y también la dimensión religiosa y espiritual. Una materia importante a remarcar aquí, para cualquier profesión, es la Ética profesional. En ella está el modelo de profesional-persona que se quiere formar. La Ética no es exclusiva de la Universidad de inspiración cristiana, sin embargo el Evangelio le da el acento especial que permite ir más allá de estas "éticas de mínimos", que están de moda, pero que cuando hay conflictos, no siempre son suficientes. Esto daría para más...

Un aspecto que también sería largo, y sobre lo que ya habíamos escrito, es la importancia competencias genéricas o transversales. Por ejemplo: la responsabilidad, la capacidad para el trabajo en equipo, la creatividad, la capacidad de comunicación, de liderazgo y emprendeduría... No son exclusivas de la universidad y es más fácil de decirlo que trabajarlas realmente, porque para eso es necesario que haya espacios y tiempos en los planes de estudios. Es una dimensión importante, porque el modelo de persona y profesional debe traducirse en las prácticas educativas de las instituciones. No podemos decir por ejemplo "es importante la responsabilidad" y que no haya espacios o formas de interacción para fomentarla, o incluso que la práctica contradijera las expectativas... Muchas de estas competencias son posibles, en la universidad de inspiración cristiana, precisamente porque hay espacios de interacción, como por ejemplo los Seminarios, que facilitan el diálogo y que permiten además compartir perspectivas sobre los temas y problemas entre profesores-tutores y estudiantes. Trabajar en estos entornos sobre temas de actualidad, por ejemplo, permite ir compartiendo criterios sobre temas delicados que preocupan a los jóvenes, lo que contribuye a hacer este puente entre el conocimiento teórico y la vida. No siempre los valores que salen y se comparten son los del mundo en el que viven los jóvenes. Estos espacios pues permiten también abrir perspectivas a la visión cristiana razonada. No sería posible todo esto sin los profesores que, dentro del valor universitario de la libertad de cátedra, muchos tienen también el valor del testimonio. Queda pendiente para otra entrada tratar el tema tan importante del profesorado.

Algunos de los otros elementos son: la Pastoral Universitaria, que está también en las universidades públicas. O la acción cultural a través de cursos, conferencias, universidades de verano, etc. que tienen finalmente un impacto social y cultural. Aquí la universidad de inspiración cristiana tiende puentes entre sectores profesionales diferentes de la sociedad, agentes diferentes (públicos y privados) e instituciones cristianas. Una anécdota: En una reunión con rectores europeos de la EUA (European University Association) que trataba el tema del impacto cultural de la universidad, un representante de una universidad pública catalana, del que no diré el nombre, dijo: " De hecho debemos reconocer que la universidad (se refería a la pública) no tiene ningún tipo impacto cultural ". Todos los rectores europeos presentes en la sala protestaron visiblemente, discrepando enérgicamente en las diversas sucesivas intervenciones ante lo que acababan de escuchar... Una universidad puede ser universidad sin impacto cultural?! La universidad de inspiración cristiana si que aspira a tener impacto cultural.

En resumen: La universidad de inspiración cristiana es una alternativa que tiene unas propuestas y formas de funcionamiento diferenciadas. Trata de reunir todos los elementos posibles para formar a la persona del estudiante que, más allá de sistemas y programas, se convierte en el centro y el protagonista de la Universidad. Es una realidad que acoge estudiantes cristianos y también estudiantes no cristianos, un ámbito donde proponer, compartir, dialogar, y permitir también presentar -junto a las especialidades- la razonabilidad de la fe... Y ser testigo de ella en contextos tan secularizados como son los contextos universitarios e intelectuales en nuestro país.

lunes, 18 de junio de 2012

¿Cómo se vive la religión en Estados Unidos?


No pretendo agotar el tema de cómo se vive la dimensión religiosa en un país multiconfesional como Estados Unidos y qué lugar tiene el catolicismo (aproximadamente un 24% de la población) en un contexto donde el protestantismo es mayoritario (aproximadamente un 51%) , pero donde hay otras minorías religiosas no cristianas, alguna bien influyente. Tampoco quiero profundizar en lo que supone la religión para aquella sociedad, un país con tradición de libertad religiosa. Daría para mucho, pero me voy a centrar en explicar una experiencia más vivencial ya hacer alguna reflexión.

Viví un año y medio en Estados Unidos, en diferentes estados, diferentes tamaños de ciudades, y con presencia religiosa cristiana diferente. Una serie de rasgos me llamaron la atención sobre la forma como se vive la religión cristiana de manera bastante generalizada: el fuerte sentido de comunidad, la calidad de las celebraciones religiosas: El cuidado que se pone en los cantos, las homilías, la acogida de las personas de fuera de la comunidad, etc. Seguramente tuve un poco de "síndrome del expatriado" que te hace ver las virtudes de todo lo de fuera, que asocias a la experiencia intensa de estar inmerso en una realidad nueva que te sorprende. Sin embargo con la distancia del tiempo lo relativizas, que aquí también sabemos hacer las cosas bien!

En lo que quería entrar es a contar una experiencia concreta: Durante las diversas estancias en los US conocí y me relacioné sobretodo con personas del mundo intelectual y de la universidad y pude captar como es tratada la religión en estos ámbitos a partir de detalles muy sencillos. Por ejemplo, durante varios meses una beca de la fundación estadounidense Eisenhower me permitió que me entrevistara con un centenar de personas dedicadas a la política y la gestión universitarias de diferentes puntos del país: profesores e investigadores de universidad, rectores, instancias federales, agencias de calidad, etc. A lo que iba: En estas visitas descubrí que cuando decía en mi autopresentación "soy católico", el interlocutor normalmente sonreía y acogía la frase como con una cierta complicidad y normalmente pronunciaba algún comentario positivo. A menudo no iba a más la conversación, pero a veces sí que continuaba y el interlocutor me contaba su relación con el cristianismo. Indefectiblemente la acogida era positiva, era como decir: Además de otras cosas: la familia, de donde uno es (Barcelona!), lo que uno hace, donde trabaja (URL!), qué piensa o vive, .. ser una persona religiosa es interpretado como "ser una persona correcta y positiva para su comunidad". Con esta acogida positiva te decían algo así como: "me alegro!". Tanto es así que incluí este dato en mi autopresentación, yo que estaba acostumbrado a que aquí, en nuestro contexto intelectual, se considera un dato sin relevancia y que alguna vez no es entendido positivamente. Hay que remarcar que estaba-como he dicho-en el mundo académico universitario. El contraste con lo que pasa aquí es evidente.

Dos reflexiones sencillas, que seguramente tendrían que matizar más, pero que avanzo:

Primera que, quizá porque los Estados Unidos es un país relativamente nuevo, quizá por la tradición de libertad religiosa, sea por lo que sea, pero la religión es-en general-considerada una dimensión positiva para la persona. Una persona religiosa es equivalente a persona con principios, que contribuye a su comunidad, preocupada por los demás, ... Esto no quiere decir que consideren que se deba discutir sobre temática religiosa (diferencias doctrinales, particularidades de cada religión ...) normalmente no lo hacen, porque entienden que no hay que entrar en la libertad individual de que cada uno pueda vivir según su fe. Es una forma de entender el pluralismo.

Segunda: Las religiones en general se cree que realizan una contribución positiva a la dimensión colectiva, en el espacio público. Quizá por la tradición de pragmatismo y utilitarismo, pero la religión tiene un valor social reconocido, sin que esta dimensión disminuya las otras esferas de la vida. Un país pues, a veces considerado desde aquí como individualista y materialista, pero donde la modernidad y el progreso no tienen nada que ver con marginar la religión. En general en Europa, y sobretodo en España, la modernidad ha entendido que la religión debe quedar en una esfera privada, y a menudo esto quiere decir que no se debe mencionar, que no debe contar. En Estados Unidos cuenta, aunque no se hable demasiado de una u otra religión, como para no crear desacuerdo. Una perspectiva a considerar desde aquí. No parece que haya muchas opciones más que desarrollar marcos para acoger la pluralidad real, en el contexto multicultural y multirreligioso en el que también vivimos ... y valorar la aportación positiva que las religiones hacen a la sociedad.

lunes, 11 de junio de 2012

50 números de la revista “Educación Social, revista de intervención socio-educativa”


Tiene que estar estos días ya en las librerías, o bien está a punto de salir, el número 50 de la revista "Educación Social, revista de intervención socio-educativa". Cincuenta números son una buena ocasión para hacer una reflexión sobre el camino recorrido y el significado que ha tenido y tiene este proyecto editorial.

Con el inicio de los estudios de Educación Social en 1992 la Fundación Pere Tarrés fue innovadora en muchos aspectos y uno de ellos fue la creación en 1995 de la mencionada revista "Educación Social, revista de intervención socio-educativa". Por mi parte he tenido la experiencia académica agradable e interesante de formar parte del comité científico de esta revista desde sus inicios, así que puedo dar testimonio del trabajo realizado.

Esta revista está dirigida en primera instancia a los profesionales de la Educación Social, pero también ha sabido ir incorporando el rigor académico de una revista en la que también escriben profesores de universidad de diversas universidades españolas. Desde el principio se decidió hacer dos ediciones, una en catalán y la otra en castellano, porque se quería que fuera una revista de referencia en todo el estado sobre la Educación Social, disciplina que estaba naciendo y en la que la Fundación Pere Tarrés fue pionera. Por eso se quiso desde los inicios que en el comité científico participaran profesionales y académicos de otros lugares del estado donde había una tradición de Educación Social con perspectivas y enfoques similares a los de aquí en Cataluña. Otra característica de la revista es que está organizada en monográficos: Cada número trata un tema monográfico de interés para diferentes ámbitos de la profesión. Desde hace unos años se decidió que la revista estuviese a RACÓ, un portal de revistas en acceso abierto (donde se pueden consultar "on line" los números antiguos).

La noticia reciente es que ésta es la revista más consultada de todas las de la base de datos RACÓ y recibe el 50% de las consultas de todas las revistas de la Universidad Ramon Llull. En el 2011 la versión castellana recibió 40.992 visitas y la versión catalana 26.678. Son muchas para ser una revista de estas características. Y, ¿porqué se produce este éxito? Pues debido a que con los 50 números publicados y disponibles, la calidad de los colaboradores y el interés de las temáticas que se tratan, hacen que las personas que buscan información sobre los temas que se han tratado la encuentren en esta revista. Es impresionante la variedad de las temáticas y autores que se pueden encontrar y que ahora no puedo resumir porque francamente no se puede hacer una selección parcial. Se ha ido pues consolidando como una revista de referencia a nivel estatal, tal como desde el comienzo aspiraba a ser.

Esto es especialmente importante en el momento actual, ya que la Educación Social ha pasado a ser un grado, y por tanto poder desarrollar másters oficiales y doctorados, es decir se ha consolidado como titulación universitaria. Así la revista afronta una nueva etapa en la que la realidad universitaria será mucho más importante y presente. La revista está bien posicionada para tener las características de calidad de una revista académica de referencia. El reto actual es cómo hacerlo sin traicionar el principio originario de que sea también útil para los profesionales.

Deseamos que siga el acierto que ha tenido hasta ahora el equipo responsable de la revista, acierto en la actualidad e interés de los contenidos. Enhorabuena a la Facultad Pere Tarrés-URL por estos 50 números y felicidades!