miércoles, 30 de noviembre de 2011

Relaciones Iglesia-Estado en Europa


La situación del diferente trato a las universidades católicas europeas por parte de los estados, explicada en la anterior entrada, nos llevó a preguntarnos por las causas de esta situación. ¿Cómo puede ser que en estados con una fuerte impronta cristiana-católica, donde la educación obligatoria cristiana es concertada con el Estado, valoren tan poco la aportación de las universidades católicas? ¿Como puede ser en cambio que en otros países estas universidades sean tratadas a todos los efectos como una universidad prácticamente pública? Responder a estas cuestiones nos llevó al tema más amplio de las relaciones Iglesia-Estado en Europa y estudiar los principios que regulan estas relaciones para intentar explicarnos de dónde viene esta situación y porque se da.


Un comentario previo: Al tratar el tema de estas regulaciones no entraremos en un aspecto importante como es que actualmente los estados de Europa hay presencia de diversas confesiones, situaciones que han empezado a regularse como fenómenos nuevos que son, pero que seguramente tardarán un tiempo todavía en trasladarse del todo a las legislaciones de los países. Sí que tratamos de entender en cambio la relación de los estados europeos con la religión cristiana, que tiene una larga tradición.


Para tratar un tema como este tenemos que ir a la historia. Cada país tiene sus circunstancias especiales.Seguro que tendremos que simplificar un poco, pero eso no impide que podamos hacer un análisis de conjunto en el que se perderán matices seguramente importantes, pero que nos permitirán una interpretación.


John Madeley y Zsolt Enyedi (2003) propusieron un marco para entender comparativamente las relaciones Iglesia-Estado en Europa. Este modelo incluye tres bloques de países históricamente monoconfessionals (Católico, Luterano y Ortodoxo) separados por franjas de territorios multiconfesionales. Los bloques monoconfessionals, según los autores citados, son:


-Sur Católico: Austria, Bélgica, Francia, Italia, Portugal, Eslovenia, España.


-Norte Luterano: Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Suecia.


-Este Ortodoxo: Bielorrusia, Bulgaria, Grecia, Moldavia, Rumania, Rusia, Ucrania.


Entre el Sur Católico y el norte Luterano hay-como decíamos-una franja de países de tradición multiconfesional: Alemania, Irlanda, Holanda, Polonia, Suiza o Reino Unido, fundamentalmente. Hay también países que están entre el Norte Luterano y el este Ortodoxo. Sin embargo vamos a fijarnos en qué pasa entre los bloques llamados como bloque monoconfessional sur Católico y el multiconfesional Católico-Luterano, que son los que corresponden a los países que nos interesaba estudiar.


En cada uno de los bloques citados los autores hacen la hipótesis de que hay un patrón distintivo con respecto a las relaciones Iglesia-Estado, que debe encontrarse justamente en el hecho del carácter históricamente exclusivo, mayoritario o minoritario de las confesiones. Cada país del bloque multiconfesional además tiene sus propias particularidades, que se deben a las circunstancias de cómo las confesiones han reaccionado históricamente a los retos y oportunidades en situaciones de mayorías y minorías.


Estas relaciones condicionan cuestiones como los subsidios del estado a la Iglesia, la interferencia del estado en cuestiones religiosas, y un tema importante que es como se entiende la neutralidad religiosa por parte del estado. El tema que nos preocupaba de la consideración de la aportación de las universidades católicas es una consecuencia de los temas anteriores.


Observamos como en los países de tradición multiconfesional, sea el catolicismo mayoritario o minoritario, no hay un trato especial para las universidades católicas, que en general están bien integradas en el sistema y ayudadas por el estado. La neutralidad del estado en estos países significa que la cuestión religiosa no interfiere, es decir que, en un contexto de tradición multiconfesional, todas las iniciativas sean religiosas o laicas son tratadas por igual, de forma neutral por parte del estado.


En el sur Católico en cambio la neutralidad se entiende de diferente manera. En general en estos países el trato de la confesionalidad es mucho más problemático. Puede haber excepciones. Una excepción con el caso de las universidades es Bélgica, explicable por la proximidad con Holanda. La Universidad Católica de Lovaina-por ejemplo-está integrada en el sistema de educación superior a todos los efectos.


Sin embargo Madeley y Enyedi remarcan que, como decíamos, los países de tradición monoconfessional interpretan diferentemente la cuestión de la neutralidad del estado. Por la influencia de la revolución Francesa y la reacción a la misma, así como la implantación del estado Napoleónico, con la tradición después de conflicto entre la Iglesia y el anticlericalismo, finalmente quedó afectada esta cuestión. Los autores citados exponen cómo se generaron unos consensos basados ​​en asunciones liberal-ilustradas que actualmente conculcan el principio de neutralidad religiosa y privilegian las creencias seculares por encima de las religiosas, poniendo la religión en los márgenes de la vida social. Esto afecta a la consideración de la aportación de la Iglesia en la educación superior al igual que a otros aspectos de las relaciones Iglesia-Estado.


Así pues mentalidades explicables por oposiciones históricas y consensos en un momento dado están condicionando las creencias de hoy, que se traducen finalmente en leyes concretas, que afectan finalmente la realidad. Es bastante significativo que en los estados de tradición multiconfesional se respete el principio de neutralidad real por parte del estado. Sin embargo con la aparición de nuevas religiones en el espacio público, la consideración de un cierto multiconfessionalisme será tarde o temprano inevitable. Esto debería llevar a nuestros países a reflexionar ya instituir una más auténtica neutralidad del estado en cuestiones religiosas.





Autores citados:


John Madeley y Zsolt Enyedi (2003). Church and State in contemporary Europe: The Chimera of neutrality.Londres: Frank Cass Publishers.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

La Universidades Católicas Europeas


Las Universidades Católicas son una realidad viva en todo el mundo. La constitución apostólica de Juan Pablo II "Ex corde Ecclesiae" comienza expresando la Universidad Católica "nacida del corazón de la Iglesia" y expone cómo, en esta Universidad, buscar la verdad en los diferentes campos de conocimiento se combina con la certeza saber la Fuente de la Verdad. Las Universidades Católicas tienen orígenes temporales diferentes, algunas se remontan hasta la misma fundación de la institución universitaria, otras se instituyeron una vez establecida ya la Universidad moderna, real o estatal, otras más recientes responden al impulso del Concilio Vaticano II o se han creado por circunstancias diversas en las últimas décadas. Unas están vinculadas a las Diócesis, otras a la Compañía de Jesús, otras a La Salle, otras a diversas instituciones católicas.También están las Universidades Pontificias vinculadas directamente a la Santa Sede.

En Europa la mayoría de estas Universidades están integradas en la FUCE (Federación de Universidades Católicas Europeas) de la que el antiguo rector de la Universidad Ramon Llull-Dr. Miquel Gassiot-fue su presidente. Un aspecto que preocupó al Dr. Gassiot durante su presidencia fue la diversidad de situaciones en los diferentes países en cuanto a la legislación, financiación por parte del estado, control estatal en aspectos fundamentales como son la expedición de títulos, la admisión de estudiantes, la selección de profesores o el funcionamiento de los órganos de gobierno. Estos son aspectos clave en la vida universitaria.

Así pues el Dr. Gassiot, con su entusiasmo característico, decidió estudiar en detalle estas situaciones diversas. Por eso trabajamos conjuntamente (yo entonces hacía de vicerrector) en un estudio que se basó en un cuestionario que contestaron los rectores de las Universidades de la FUCE. Pusimos en común toda la información en una Conferencia General en la Universidad Cardinal Stefan Wyszynski de Varsovia. Estos materiales permitieron la realización de la declaración de Eichstätt, realizada en la Katholische Universidad Eichstätt-Ingolstadt. Recientemente la revista Journal of Church and State ha publicado en forma de artículo esta investigación. Este artículo se puede consultar en:

http://jcs.oxfordjournals.org/content/early/2011/05/19/jcs.csr009.extract

Este estudio pone de manifiesto como en Europa hay una gran variabilidad de situaciones en el trato por parte de los estados a las Universidades Católicas. Algunos de los aspectos generales los pasamos a exponer resumidamente:

En cuanto al estatus jurídico de las Universidades Católicas, algunos países las tratan exactamente igual como a cualquier otra universidad pública o estatal de su territorio. En estos países las Universidades están plenamente integradas en el sistema de educación superior. Hay también países o regiones que tienen la figura del Concordato con la Santa Sede que regula el estatus legal de las Universidades Católicas del territorio. En otros casos las Universidades Católicas tienen o bien una legislación especial o bien son tratadas como universidades privadas. En Francia, salvo algún caso, como el de las Universités Catholiques del Ouest, de Lille o Lyon, el estado no permitía el uso de la palabra Universidad, excepto para las Universidades públicas y por ello se habían denominado como " Institut Catholique ". Las excepciones se fundamentaban en cuestiones de carácter histórico (El estudio citado contribuyó a que la situación en Francia comenzara a flexibilizar en este punto). Hay también las Universidades Pontificias bajo la jurisdicción de la Santa Sede, como hemos dicho. Hay, por otra parte, peculiaridades especiales como es el caso de que en algunos países (Portugal por ejemplo) hay una única Universidad Católica en todo el país, con varias subsedes, o al otro extremo en España, que con la legislación de Universidades privadas, hubo muchas iniciativas que siguieron el camino que inició la Universidad Ramon Llull, como primera universidad privada reconocida en España. También es interesante estudiar el estatus de los estudios de Teología en los diferentes países (lo dejaremos para más adelante en otra entrada de blog).

La situación financiera en general paralela a la situación legislativa. Mientras hay países (por ejemplo Bélgica, Holanda, Alemania o Polonia) en los que las Universidades Católicas reciben una financiación igual que la de las Universidades públicas, en otros países no hay ningún tipo de apoyo financiero por parte del estado en estas universidades. En España concretamente se tuvo que trabajar para conseguir igualdad de trato en cuestiones como becas para los alumnos, ayudas competitivas para la investigación de los profesores, las ayudas para bibliotecas o para servicios, etc. Esto lo recuerdan muy bien los Dres. Coll y Gassiot que tuvieron, como primeros rectores de la Universidad Ramon Llull, un papel fundamental en establecer con las administraciones diferentes (también la catalana) un marco de juego mínimamente equitativo. Esto dando por supuesta la que ha sido hasta ahora una total exclusión en la financiación básica. Es chocante que incluso en la laica Francia las Universidades Católicas, por razones de tipo histórico o el trabajo que se les reconoce, reciben aproximadamente un 30% de su presupuesto por parte del estado! Este dato contribuyó, por ejemplo, que universidades como Deusto o Navarra comenzaran a recibir más recursos de su comunidad autónoma.

No todo es simple, porque más financiación significa también más control en procesos internos y así, en alguna ocasión alguna de las Universidades Católicas que tienen tradición de ser consideradas como casi públicas, a base de tener los mismos sistemas de promoción de profesores, sistemas de gobierno, selección de alumnos, etc., todo ello ha llevado a que pueda parecer que la denominación como Universidad Católica sea sólo una cuestión histórica, pero no tenga nada que ver con el funcionamiento de la universidad, que es a todos los efectos como una universidad pública más. También hay algún caso de estos. En el artículo citado se estudia con detalle la situación de cada país.

La conclusión es que hay una gran diversidad y que ésta tiene una explicación en la tradición de cada país. Sorprende que en un Espacio Europeo de Educación Superior común haya tantas diferencias. La tradición de cada estado es lo que pesa. Pero ahora, una vez conocida esta diversidad y el valor de la presencia de las Universidades Católicas, nos podemos preguntar: Porque la situación es tan diversa? ¿Porqué los estados tratan tan diferentemente a  las Universidades Católicas?¿Qué lo puede explicar? En la próxima entrada de blog daremos un intento de explicación.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Antoni Brufau investido como Doctor Honoris Causa en el IQS

(Artículo publicado en Catalunya Religió. Mar, 2/11/11)


La semana pasada se celebró en el IQS la ceremonia de investidura como doctor honoris causa por la Universidad Ramon Llull del Dr.. Antonio Brufau Niubó. Haré unas reflexiones sobre el significado de este acto y otras sobre su relevancia.

En la universidad medieval el doctorado proporcionaba la autorización para realizar docencia en cualquier universidad. La utilización del latín como lengua común europea y la cosmovisión cristiana en la que habían nacido las universidades, facilitaban la circulación de profesores mucho antes de lo que se ha denominado como el Espacio Europeo de Educación Superior. En las universidades europeas de hoy en día, a pesar de la evolución de los conocimientos y a pesar también el carácter público o estatal de la mayoría de ellas, quedan todavía algunos aspectos que recuerdan sus orígenes como instituciones nacidas en el corazón de la Iglesia Un acto muy significativo en este sentido es el de concesión del grado de doctor "honoris causa". Recibir el doctorado "honoris causa" supone recibir el reconocimiento como doctor por la vía del honor más que por la vía habitual que bien podríamos denominar-parafraseando la expresión anterior-como "laboris causa". Son merecedoras de este reconocimiento personas, que por su trayectoria profesional o cívica, la universidad-a propuesta de alguna de sus facultades-quiera distinguir y honrar.

Se ha conservado en la ceremonia de reconocimiento de este grado honorífico un ritual especial del que no se suele conocer del todo sus orígenes y su sentido. La casi-liturgia de este acto nos recuerda muy claramente las raíces de la universidad, que las tenemos que encontrar en el hecho de que eran instituciones de la Iglesia, antes de que éstas se pasaran a ser reales y estatales. Un primer elemento es el traje académico formado por la toga, la muceta y puñetas, que es una evolución de los hábitos clericales de los doctores de las primeras universidades. Así por ejemplo Santo Tomás-dominico-enseñaba en diferentes universidades europeas, y es hoy el patrón de las universidades. El birrete es el signo distintivo del grado de doctor, y el elemento visible que simboliza este grado. El color del birrete, así como el de la muceta, indican la especialidad. En la universidad española: blanco para Teología, azul oscuro para Ciencias, azul claro para Letras, rojo por Derecho, amarillo para Medicina, etc. El color negro, muy elegante, corresponde al magnífico rector. El Dr.. Brufau estuvo investido con un birrete de color naranja que corresponde a una disciplina más reciente en la universidad como es la Economía. Este color parecido a color butano es apropiado para esta profesión que últimamente por la crisis económica hay que escuchar tanto, y era muy acertado para el caso ya que es casi el color corporativo de la compañía del Dr. Brufau. Al comienzo del acto se forma una comitiva colorista con el claustro de la Universidad, con los doctores más nuevos delante, los más antiguos o con cargos a la universidad detrás y con el rector, en nuestro caso rectora, al final de la comitiva. La diferenciación de colores indica la diversidad de disciplinas.

El acto se inicia con la entrada de la comitiva sin el doctorando, la rectora una vez leída el acta de nombramiento pide que se le vaya a buscar, lo que hace el profesor que lo patrocina en nombre de la facultad. Una vez el doctorando está en la sala, sin birrete, el profesor que lo patrocina hace una intervención elogiando los méritos del candidato. Acto seguido la rectora le entrega el título de doctor, le impone el birrete (signo de doctor), le entrega unos guantes blancos (símbolo de pureza) y un anillo (para sellar dictámenes profesionales). Finalmente le da un abrazo fraterno acogiéndolo así como nuevo miembro de la comunidad académica. El nuevo doctor hace un discurso y el rector realiza también una intervención final. Para cerrar el acto sale la comitiva académica, ahora ya con la incorporación del nuevo doctor. Participar en este acto como profesor, formando parte de la comitiva, proporciona una sensación de fraternidad e identificación con los compañeros de claustro, aunque sean de disciplinas muy alejadas y diferentes, la sensación compartida de que todos somos una universidad, que estamos unidos en la diversidad. Entrar sin el doctor reconocido y salir con él a la comitiva es el signo de acogida y de vínculo con el nuevo doctor con el que a partir de ahora nos une ese vínculo.

El IQS es el centro de la Universidad Ramon Llull que más había conservado esta tradición, incluso en tiempos cuando en muchas universidades se acostumbraba a prescindir de estos elementos de la tradición. Entre doctores honoris causa del IQS hay incluso dos premios Nobel! Cuando comenzó la Universidad Ramon Llull, aunque muchas universidades públicas iban perdiendo estos elementos rituales, adoptamos el estilo del IQS y lo adaptamos al conjunto de la Universidad Ramon Llull. En los primeros doctores honoris causa del IQS se han ido añadiendo muchos otros de todas las especialidades y de un indiscutible prestigio académico y / o social.

El Dr. Tricàs, decano de la IQS School of Management, hizo el elogio de los méritos del Dr. Brufau, exponiendo magistralmente su trayectoria profesional. En su lección como nuevo doctor el Dr. Brufau nos habló de las incertidumbres del contexto económico que estamos viviendo apuntando algunas claves y proporcionando algunas ideas para tratar de encontrar soluciones. No puedo reproducir aquí ni la lista de los méritos indiscutibles del candidato ni tampoco su  discurso completo. Tampoco citaré las aportaciones del magnífico discurso de la rectora. Recogeré sólo algún aspecto del discurso del nuevo doctor que me parece muy significativo.

Entre las aportaciones del Dr. Brufau, en cuanto a la situación de la economía mundial, nos habló de una triple incertidumbre provocada por: los cambios en la gobernanza mundial en un nuevo equilibrio internacional, los problemas relacionados con la energía y el medio ambiente y los cambios que se están produciendo en el seno de la sociedad. Muy significativamente en su reflexión sobre los aspectos energéticos, apostó por encontrar alternativas al petróleo, fomentando las energías renovables. Teniendo en cuenta que preside una compañía petrolera-Repsol- es todo un signo de hasta qué punto hay una necesidad de cambio de modelo energético. Para la salida de la situación de incertidumbre y crisis apuntó algunas ideas: Innovación, talento y globalización y en concreto más Europa. Insistió en que hay que apostar por el talento, saber distinguirlo, encontrarlo, estimularlo y reconocerlo para incentivar la innovación. El talento-dijo Brufau-es el rasgo distintivo que puede aportar Europa en el mundo globalizado de hoy. Seguramente muchos aspectos otras áreas del mundo pueden hacerlos igual o con más eficiencia que nosotros los europeos. El valor añadido nuestro debe ser la innovación basada en el talento. Tenemos que ser audaces y creativos-dijo al terminar-. Unas muy interesantes reflexiones y propuestas en un entorno muy apropiado.

Pensé que en ese acto se estaba uniendo lo antiguo con lo nuevo: el viejo ritual de la Universidad europea, con el conocimiento más nuevo de la Economía como respuesta a los problemas actuales y futuros. Esto me llevó a pensar también que el diferencial del talento europeo, por el que apostó el Dr.. Brufau, necesitará para que se pueda desarrollar del alma europea. Y el alma europea, como nos recuerda el ritual del doctorado honoris causa, tiene raíces cristianas. Seguramente que para que este viejo árbol que es Europa vuelva a producir frutos deberá volver a alimentarse de sus raíces.