martes, 25 de septiembre de 2012

Sobre la mente humana y los prejuicios


Hemos iniciado un nuevo curso en la universidad. Los profesores procuramos estar al día de los libros que van saliendo que tratan temas cercanos a nuestras asignaturas para que puedan ser potenciales materiales de lectura o de trabajo para los estudiantes. Una lectura reciente interesante que hemos realizado ha sido el libro "La mente: la última frontera" de Juan Pedro Nuñez, publicado por la Universidad Pontificia de Comillas en su colección de Psicología. En este libro el autor describe y explica de forma muy completa la mente humana y muy especialmente las dimensiones conciencia-inconsciencia. Lo hace desde la Psicología pero incorporando datos de estudios provenientes de la Neurología, la Antropología o la Inteligencia Artificial, tratando de dar una explicación comprensiva de la mente, así como de las bases psicológicas del pensamiento humano y de algunos conceptos filosóficos. Se trata de un libro interesante también por como está escrito, ya que toma la forma de un diálogo profesor-estudiante, que reproduce muy bien la educación en la Universidad.

Un aspecto interesante, de entre los muchos que habría para hacer una reflexión, es la descripción de cómo funciona el proceso perceptivo de la mente, que trata de elaborar y dar significado a la información que llega de los sentidos, convirtiéndola en la imagen que tenemos del mundo. Incluso los procesos más básicos a nivel inconsciente consisten en comparar características de los objetos, colocando en primer plano los rasgos diferenciales y dejando los aspectos menos singulares en un segundo plano, distinguiendo así entre "forma" y "fondo". Este proceso, que cuenta con mucho más detalle el libro citado, permite contribuir a explicar cómo se pasa de los objetos del mundo físico al mundo subjetivo o mental, una preocupación del autor a lo largo de la obra, y un problema que, con formulaciones diferentes, ha estado presente en muchos autores en el transcurso de la historia del pensamiento. Sería ahora largo explicar los detalles, sin pasar por todos los pasos y las reflexiones que realiza el autor, fundamentadas en la investigación científica neuropsicológica. Quisiera reflexionar sólo sobre un aspecto que parece relevante.

Nuestra mente es muy eficaz detectando rasgos de los objetos y creando e identificando esquemas o patrones, a partir de unos pocos datos que, como decíamos, pasan al primer plano, dejando las otras informaciones al "fondo". Este proceso perceptivo permite identificar con gran rapidez un objeto a partir de unas pocas características y sacar consecuencias para el comportamiento. El autor expone también cómo este proceso básico, tan arraigado en nuestra mente, es también la base sobre la que, a partir de pocos datos y comparando constantemente lo que nos une y lo que nos separa como seres humanos, sacamos conclusiones demasiado rápidas sobre los demás basándonos en poca información. Es una de las formas para explicar la base neuropsicológica para los prejuicios, que son la causa de muchos conflictos entre las personas y los grupos. Así pues un sistema que es muy eficaz para tratar con los objetos constituye una limitación cuando sus automatismos actúan en el ámbito de la relación humana.

Se requiere de un pequeño esfuerzo de conciencia para tomarnos más tiempo, para considerar más datos, para no atender sólo a las diferencias e incorporar más el "fondo", es decir las muchas cosas que nos hacen iguales a los seres humanos y que nuestra mente puede dar automáticamente por descontadas. Amar a los demás conlleva seguro tomar en consideración aspectos de las personas a los que tal vez no habíamos prestado suficiente atención.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Catalunya necesita buenos maestros


La consejera Irene Rigau participó este año en la Jornada de profesores que tenemos al comienzo de cada curso en nuestra facultad, como explica hoy mismo CatalunyaReligió. Fue presentada por los Dres. Salvador Pié, presidente de la Fundación Blanquerna, y por nuestro decano el Dr. Climent Giné, que destacaron su trayectoria profesional, que se inició como maestra, y también su pasión por la educación, pasión que también transmitió a lo largo de su intervención. Todo un privilegio tener entre nosotros la consejera, justo en estos días de inicio del curso escolar en los que hay muchos actos y en los que seguro tiene su agenda bien ocupada.

En la motivación para su intervención había una constatación: los resultados del sistema educativo no son buenos. Lo destaca estos días la prensa: Tenemos un porcentaje del 26% de abandono prematuro de los estudios, unas tasas de graduación de la ESO por debajo de la media española y europea o, por ejemplo, el indicador de que un 51% de los alumnos de primero de ESO no aprueban todas las materias. En la educación obligatoria hay una franja importante de jóvenes que no llegan a alcanzar las competencias mínimas. La consejera Rigau dijo que "no estamos obteniendo los resultados que pensábamos. Pensábamos que reduciendo las ratios de alumnos o aumentando la ratio a más de un maestro por aula, mejoraría la calidad y los resultados ". No es esto lo que indican los estudios internacionales sobre calidad en la educación. Así pues "si queremos resultados diferentes no podemos hacer siempre lo mismo", dijo la consejera recordando la conocida frase de Einstein.

"La calidad la determina el maestro", dijo Irene Rigau. Los países europeos con los mejores resultados educativos dan mucha importancia al perfil del maestro. Por ejemplo en Finlandia, dijo la consejera, los estudiantes que tienen empatía con los niños/as y jóvenes (participan en esplais, scouts, asociaciones ...) pasan por delante, en el acceso a la Universidad, a los que tienen sólo un buen expediente académico. Hemos tenido aquí poco en cuenta el perfil del maestro. Irene Rigau llevaba un libro en la mano de principios de los 90 editado por Cruïlla en una experiencia en la que Blanquerna en su momento participó junto con la Fundación Santa María, un espacio que denominamos "Proposta: Espai de Pedagogia". En este libro la recordada pedagoga María Rubies hablaba del perfil del maestro y decía: "¿Cómo debe ser el maestro? ¿Qué debe tener? ¿Qué debe saber? "Leía la consejera del texto de María Rubies:" El maestro requiere unos rasgos en su identidad: cree en el hombre, se esfuerza en conocer al hombre, espera en el hombre ". Es decir que una persona pesimista no puede ser maestro, "si crees en el potencial de la persona podrás desvelar-lo", dijo Irene Rigau, que continuaba exponiendo como a diferencia de principios de aquellos años 90 's, luego como sistema hemos puesto el acento más en los recursos que en la persona, en la confianza en que todo lo solucionaría la organización/administración y esto ha llevado a un cierto desplazamiento de la responsabilidad.

El maestro que se necesita debe ser también generalista, culto. El exceso de especialización en una rama de conocimiento puede estar bien, pero sobretodo hay que saber despertar en el alumno el deseo y la motivación de conocer. Santaló decía que el maestro debe tener un conocimiento general de todas las materias y "alguna dèria" (sana obsesión). Irene Rigau expuso como, los planes de estudio de las Facultades de Educación (que a menudo son muy especializados) acaban teniendo unos resultados u otros, que acaban afectando a la sociedad. Emplazó a las Facultades de Educación a seguir este camino de poner el acento en la persona y reconoció y agradeció, en algún momento de la conferencia, la aportación significativa de Blanquerna en este aspecto durante tantos años.

Hubo más elementos, pero me referiré a un último aspecto. La consejera dijo también que "el maestro, ante todo debe ser ejemplar". Que todo educa o maleduca. Hemos potenciado mucho la función del "maestro como ciudadano", que tiene una visión de la sociedad que quiere transmitir, y poco la del "maestro como profesional" que pone en el centro al alumno y su desarrollo como persona. En este sentido dijo a los maestros: "el día en que la mirada de un niño o un adolescente no te haga cosquillas por dentro, tienes que plantearte cambiar de oficio".

Sin querer decir que los maestros que estan en las escuelas no lo sean, sin embargo necesitamos buenos maestros!

jueves, 6 de septiembre de 2012

Francesc Sagrera y la Federació de Joves Cristians de Catalunya



El recordado P. Josep Liñan escribió en 2006 el libro "Francesc Sagrera, avanzado forjador de ciudadanos". En él explica la biografía de este singular escolapio y recoge algunos de sus más importantes escritos. Nos detendremos en un aspecto del pensamiento de Francesc Sagrera, a quien presentamos en una anterior entrada de blog, a propósito de la Federació de Joves Cristians de Catalunya, movimiento fundado a finales de 1931 por el Dr. Albert Bonet i Marrufat y en el que Francesc Sagrera colaboró.

Era el año 1932, unos tiempos nada fáciles para la Iglesia ni para la sociedad, pues se empezaba a manifestar la división (miedos, odios,…) que unos años más tarde terminó en la guerra que todos conocemos. "El tiempo es malo, pero Dios es bueno", decía Francesc Sagrera. Había un sector de la Iglesia, seguramente no mayoritario y en el que participaba Francesc Sagrera, que sintonizaba con los valores de la justicia social a partir de la Doctrina Social de la Iglesia. Pensaban que había que reconquistar la masa trabajadora embaucada por el odio a los grandes explotadores y esta visión, explica Josep Liñan, no siempre era bien comprendida por todos. Por otra parte también en el aula con sus alumnos, Francesc Sagrera educaba en los valores de la libertad, la responsabilidad, la justicia, la ciudadanía, y los valores democráticos, concibiendo el aula como una pequeña república. Además Francesc Sagrera se comprometió con los Cercles d’Estudi (Círculos de Estudio) de la Federació de Joves Cristians, que concebía-como explica Josep Liñan- como un auténtico movimiento de renovación de Cataluña, que él esperaba y deseaba y que se malogró por la guerra del 36 y todas sus consecuencias.

Veamos en este contexto dos reflexiones del propio Francesc Sagrera y hagamos algún comentario:

"¿Queréis saber, los románticos panegirizadores de las instituciones caídas, cuál es el estado religioso y moral de la actual juventud? ... Un 5% escaso cumple sus deberes religiosos!"..."Tengamos la fortaleza de mirar cara a cara este hecho; de contemplarlo, este pueblo querido, otrora cristiano, y hoy sumergido por culpa nuestra en las tinieblas de la incredulidad y el vicio "... "Levantémonos: el hecho está ante nosotros, trágico, abrumador. Es necesaria una acción pronta, inmediata, directa, heroica, diríamos; ejercida con sensatez y caridad en los medios más alejados a nosotros"... "He aquí el campo de acción del “Fejocisme”. En las fábricas, en las oficinas, los talleres, en la tierra, en los cafés, en las filas mismas de nuestros actuales perseguidores, tenemos que ir a buscar los nuevos prosélitos”.

Anotación nuestra: La denominada secularización de la sociedad actual, de la que a menudo hablamos, no es nueva y sus causas son remotas. La sociedad catalana ya había experimentado con fuerza este fenómeno. Aunque después, con el régimen surgido de la guerra civil, la situación se enderezó como sabemos, las raíces sin embargo ya estaban puestas y eran bastante profundas. Y ¿qué formas de afrontar el fenómeno tenía la Iglesia catalana de entonces, la Iglesia que había entendido el dinamismo de la democracia? ¿Nos puede dar alguna pista para actuar en la situación presente? Seguimos con el pensamiento de Francesc Sagrera a propósito del ideal del Fejocisme, con un texto que es suficientemente elocuente para responder por sí mismo a estas cuestiones. Y con estas palabras y reflexiones de Francesc Sagrera iniciamos unos días de vacaciones deseando a los lectores un buen verano! La voz de Francesc Sagrera (1932):

"No, no se trata de hacer un 'café' (quería decir un club cerrado), ni un 'partido', ni una 'sociedad', ni una 'congregación' únicamente: el espíritu ‘fejocista’ no es espíritu de división, ni de rivalidades, ni de partidismos. Diríamos que debe ser el denominador común de todos los 'partidos', el aglutinante de todas las 'sociedades' y como el principio vital de todas ellas, aspirando a constituir aquella hermosa unidad en la variedad, principio de toda armonía y de toda belleza, pero jamás debe ser una escisión, ni una nota diferencial "... "Este encogimiento, esta estrechez, esta eterna manía de querer encarcelar el espíritu dentro del recinto estrecho y asfixiante de una 'sociedad' determinada, pongamos por caso la más inofensiva y anodina, es exactamente un síntoma de la grave anemia espiritual que hace tanto tiempo sufrimos, pero este espíritu de secta raquítico y mezquino, no es ni será nunca el espíritu cristiano, aquel espíritu de libertad evangélica de horizontes infinitos, ni tampoco es el espíritu de la Federación, en caso contrario nosotros no habríamos entendido nada del Fejocisme"..."Diríamos que más que una concreción material de individuos, el Fejocisme es una idea, es un culto, es un espíritu, y su templo y su cenáculo es el corazón, es el alma de los jóvenes y de las multitudes, sedientas de Verdad y de Amor ".