jueves, 1 de septiembre de 2011

Quién fué Francesc Sagrera


Francesc Sagrera (Breda, 1902- Moià, 1940) fue un sacerdote escolapio, que pese a su delicada salud, desarrolló un apostolado intenso que dejó una huella profunda en todos los que lo conocieron. Sus discípulos (así es como les gustaba autodenominarse) crearon una fundación que lleva su nombre para dar continuidad en el mundo de hoy a su mensaje y espíritu. Esta fundación inició hace unos años el proceso de beatificación de este Siervo de Dios, proceso que está haciendo su curso en Roma, impulsada sobre todo por su antiguo presidente el Sr. Isidre Prat. Quedan ya muy pocos discípulos y son de edad avanzada. Estos discípulos hace unos años me hicieron el honor de nombrar Presidente del Patronato de la Fundación. Escribo sobre Francesc Sagrera a propósito del traslado de toda la documentación sobre Francesc Sagrera que estamos haciendo desde la sede de la Fundación al nuevo archivo provincial de las Escuelas Pías de Cataluña. Esta semana pasada tuvimos la ocasión de visitar el archivo, con el P. Josep Liñan –secretario del Patronato-. El P. Joan Florensa, archivero provincial, muy amabemente nos mostró todas las instalaciones del nuevo archivo y pudimos valorar la buena organización de la documentación y el buen trabajo que se hace allí.

Sobre Francesc Sagrera se han escrito varias biografías (la del P. Solá, la de Josep Liñan, la de Carles Riera o la de Jaume Bayó son las más conocidas) También la Dra. M. Lidon Sanfeliu realizó su tesis doctoral sobre la actualidad de su pensamiento.

Presentamos a Francesc Sagrera: Es difícil sintetizar en poco espacio toda una vida, pero quisiera dar, para empezar, unas pinceladas sobre quién fue Francesc Sagrera y explicar también qué relevancia creo que tiene para la Iglesia de hoy. Para presentarlo, recojo algunas frases de personas que han hablado de él:

Mn. Pere Ribot, compañero de seminario, dijo que Francesc Sagrera era ... "Abierto, generoso, de palabra optimista, con una humildad natural que brotaba de todo su ser. La parte espiritual y sobrenatural era aún más evidente y más fuerte. "

Mn. Josep M. Aragonès tituló su reflexión: "El P. Francesc Sagrera, formador, Mestre Ungit".  Dice de él: "Lo que él sabía lo vivía, y lo que vivía en plenitud lo hacía vivir a sus alumnos, que poco a poco, llevados por la corriente vital y vitalizadora del maestro, se hacian discípulos suyos, seguidores de sus enseñanzas. Era un maestro que haciendo "sabios" sabía hacer y hacía personas "....  "...Santo lo era en todas partes, también en clase con los alumnos. Él se santificaba e introducía sus chicos en el camino del seguimiento de Jesús en la vivencia de su humanidad. El P. Sagrera fue un maestro ungido con el carisma del educador y con la unción sacerdotal, que le hizo ministro de la caridad de Cristo, le urgió a ser fiel seguidor y apóstol en bien del pueblo que tenía encomendado ".

El P. El P. Josep Liñan, uno de sus biógrafos más completos destaca de él algunas cualidades humanas: el sentido de la justicia y de la dignidad, la elegancia espiritual y la delicadeza, también que fue forjador de ciudadanos a través de su avanzada pedagogía. Dice de él: "Su espiritualidad era firme, al estilo de San Juan de la Cruz, a quien cita explícitamente, en sus numerosas cartas." ... "El P. Sagrera me impresionó desde el primer día por su equilibrio, por su manera de vivir, de hablar, de reír, de orar, de decir misa. Todos los novicios lo veíamos siempre coherente. Su muerte me impactó ... ... Vimos la gente que subía a rezar cuando estaba de cuerpo presente ".

El P. Jaume Bayó explica en el principio de su biografía sobre el P. Sagrera: "Cuando decidí hacerme escolapio y le digo al P. Josep M. Torrent, entonces Vicario General de la Diócesis de Barcelona, ​​ejerciendo prácticamente de obispo, me dijo:-Si tienes que ser como el P. Francesc Sagrera, de acuerdo, si no no te hagas escolapio-". El P. Bayó habla del hombre, del sacerdote, del escolapio, del educador, y de su apostolado a través de los Círculos de Estudio de la Federación de Jóvenes Cristianos de Cataluña. Dice de su sacerdocio: "El P. Sagrera se adelantó a lo que, al cabo de bastantes años, el P. Balducci, insistió en que de acuerdo que éramos educadores y religiosos, pero no podíamos dejar de lado el sacerdocio, tanto de cara a los alumnos como de cara a la sociedad. Era todo un sacerdote!. Cuando más ejerció su profundo sacerdocio fue, naturalmente, en los días de la persecución y básicamente en un epistolario que derrama por todas partes una espiritualidad profunda ".

El Dr.Carles Riera escribió una biografía para niños y hablando del P. Sagrera en primera persona dice: “… Poco a poco voy descubriendo el sentido de la vida: todo lo veo a través de Dios, comprendo como Cristo es el centro de toda la creación." "... El testamento de Cristo es el Amor y amor significa perdón y olvido. "

Ponemos también unas palabras del propio P. Francesc Sagrera.  Ante el dolor y la tristeza por los tiempos que le tocó vivir él afirmaba que quería como sacerdote y educador: "Forjar hombres de temple y de carácter, de convicciones firmes y arraigadas, de envergadura espiritual fortísima, y ​​que sean a la vez verdaderos apóstoles de la Verdad, encendidos de celo y ungidos de la caridad evangélica: simiente que fermentará y infundirá un aliento de vida nueva a la gran masa de vida informe y inadaptada que es la sociedad presente "(Agosto, 1932).

Hecha esta breve presentación nos podemos preguntar porque tenemos ahora que recuperar Francesc Sagrera. No se trata de idolatrar personas, pero si de reconocer y admirar los buenos modelos que Dios ha puesto en nuestro camino. El P. Sagrera es un modelo de sacerdote-maestro, de predominio de los valores del Espíritu en la pedagogía y en la vida. Pero, además, y de forma muy interesante, Francesc Sagrera nos permite hacer un puente con la Iglesia más viva de la segunda mitad de los años veinte y también de los años treinta. Necesitamos escuchar otra vez la voz de aquella Iglesia y conocer algunos de sus ideales y propuestas, que no se pudieron realizar del todo por como fué después la historia. Necesitamos esa voz para tener más perspectiva y así, tal vez, poder salir de tantos y tantos planteamientos basados ​​en esquemas demasiado influidos por lo que pasó después.  Seguiremos.

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